Creo que ya va siendo hora del ansiado resumen de nuestra visita a Japón (asi a la proxima persona que me diga que le cuente con pelos y señales toooodo el viaje le remitiré a este rinconcillo y ese tiempo que me ahorro). El día 20 por la tarde Chris y yo salimos desde la estacion del norte rumbo Barcelona para hacer noche alli, en casa Cossi, que nos estaba esperando en la estación. Fue llegar, dejar los trastos y pasar a por Sergi, que venia de Lleida. Esa noche no dormimos nada, bueno, yo una media hora, con la intención de dormir esas horas en el avión (craso error), y estuvimos planeando rutas, viendo pelis y charrando. Total, que a la mañana del día 21 para el aeropuerto. Nos depedimos de nuestras maletas, cojemos la tarjeta de embarque y a esperar. Tres horas de retraso del vuelo Barcelona-Frankfurt, en el que conocimos a una valiente que se iba sola a vivir a la India. Y nada, llegada a Frankfurt y corriendo (con 200 japoneses) buscando el vuelo a Tokyo, que claro esta, habia salido hacia unas horas. Momento critico. Agarramos por banda a una mujer de Lufthansa para que hiciera lo q pudiera para que durmieramos esa noche en Japon, ya que el siguiente vuelo a Tokyo era al dia siguiente por la tarde, y perder un dia en Frankfurt, pues como que no. Le dimos nuestras tarjetas de embarque y a esperar ... y cuando llevas media hora esperando y te das cuenta q todas las alemanas son iguales y ya ni te acuerdas de a quien le has dado tus billetes, te entra el panico (lo rec
onozco, estaba blanco), pero todo llega, y la buena mujer nos encontro sitio en un vuelo a ... PEKIN, que salia en ese momento (lo usariamos de transbordo para luego ir a Tokyo) ... y allá fueron nuestros valientes. 9 horas (en vela, apretado, con una alemana enorme a mi lado y sin pelis) y llegamos a China. Para que os hagais una idea el aeropuerto de Pekin es como Xátiva o Torrente. No se acaba nunca. Llegamos calladitos y sin hacer mucho ruido que los chinos se las gastan ... y bueno, no es q se aclaren mucho. Estuvimos 5 horas dando vueltas y alucinando con hasta la última chorrada, y embarcamos a Japón (previa de cacheo, abreme esta mochila, pasa por el detector, te paso el detector, acabate este Nestea o no subes al avion, etc...). Y cuando subes a un avion Japonés ya empiezas a decir... ainsss, ya se nota. Todo ordenadisimo, limpisimo, azafatas por todos lados sonrientes, tu tele propia con tu consola de videojuegos, tus pelis a la carta, tus noodles y tu sushi para comer y la sensacion de que te acercas a la tierra prometida! Y lo es! 2 horas y llegada al aeropuerto de Narita, que es una mezcla de un hospital del futuro (con camaras que detectan si tienes fiebre) y un jardín Zen, y primera sorpresa ... donde están nuestras maletas? Alli desde luego no. Pero como que te daba igual. Estabamos en Tokyo, los japoneses lo arreglarian (realmente te da esa sensacion, en objetos perdidos, 6 azafatas pidiendonos perdon y haciendo lo imposible por encontrarlas. Hasta nos dieron una "bolsa de supervivencia" hasta que aparecieran). Al salir nos estaba esperando Suri, nuestro "contacto japonés" que con toda la paciencia del mundo llevaba horas de pie con su cartel de "SR. FRAGUA SR COLLADO". Nos explico la ruta hasta el hotel y para alla que fuimos ... ahi comenzaba la aventura!
